Senador Nacional Pablo Blanco y Diputado Nacional Federico Frigerio: Carta Abierta al Gobernador Gustavo Melella

Cuando comenzó el Aislamiento Social Obligatorio entendido como herramienta efectiva para evitar la propagación del coronavirus en el país y la provincia, los argentinos y los fueguinos lo acatamos en el entendimiento de que juntos pero distanciados venceríamos a la pandemia. Todos comprendimos que el virus no distingue clases sociales ni partidismos y así fue como apoyamos las medidas sanitarias sin dudar.

Hoy, a más de 50 días de su implementación, la economía del país y de la provincia cruje. A la ecuación inicial “salud sobre economía” nadie puede negarse; pero sostenerla por tiempo indeterminado es un grave error que llevará ineludiblemente al quebranto general.

Habiendo transcurrido 25 días sin la aparición de un nuevo caso positivo en la ciudad de Río Grande y con la ciudad de Tolhuin manteniendo el cero desde el día uno de la cuarentena, no hay lógica razón sanitaria alguna que impida el levantamiento de la cuarentena y el retorno a la actividad económica en estas dos ciudades.

Consideramos, junto a miles de vecinos, que la excepcionalidad sanitaria ya no debe aplicar para ambas ciudades. No así el caso de Ushuaia donde, lamentablemente, la contagiosidad está en camino de ser controlada sin que puedan exhibirse hasta el momento cifras que permitan relajar totalmente los controles.

No se trata de hacer discriminación entre ciudades sino, simplemente, de reconocer realidades distintas. El aislamiento no debe continuar allí donde ha dejado de tener sentido convirtiéndose en un cepo para la actividad productiva y comercial.

Por esta razón le solicitamos que revea la medida que aplica sobre toda la provincia para que exceptúe a las localidades mencionadas a fin de que puedan ir retomando su actividad normal con los debidos protocolos sanitarios que dicten las instituciones municipales para mantener el distanciamiento social sin bajar la guardia del todo. El uso generalizado y obligatorio del tapabocas, la disposición de alcohol en gel en todo tipo de establecimientos públicos y privados, la asistencia a entidades bancarias o gubernamentales mediante turnos obtenidos previamente por medios electrónicos y la reglamentación sanitarista del transporte público, son algunas de las cuestiones que deberían estar contempladas en estos protocolos.

No solo en Tierra del Fuego, en todo el país las localidades que estén en condiciones de abandonar la cuarentena deben hacerlo con la gradualidad que dispongan sus gobernantes. Esto también es de importancia vital: no hay país, provincia, ciudad, localidad ni familia que aguanten sin posibilidad de trabajar. Tenemos que recuperar la economía cuanto antes porque cada día que pasa no sólo se mide en plata que se pierde en términos de recaudación fiscal sino, principalmente, en ingresos individuales y puestos de trabajo que tardarán mucho tiempo en recobrarse.

Se avecinan tiempos difíciles y debe tenerse en cuenta que peores serán cuanto más se demore la flexibilización y apertura que le reclamamos. Cuando el Covid-19 haya pasado aparecerá la crisis en toda su dimensión y, así como nos ocupamos a tiempo de evitar que el virus se expanda cumpliendo la cuarentena, debemos tener la valentía para también ser los primeros en levantarla antes de que para la economía sea demasiado tarde.

Pablo Daniel Blanco – Senador Nacional y Federico Frigerio – Diputado Nacional

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