Estuve mucho tiempo pensando en qué decir sobre la imputación que me hicieron hace algunos meses, a raíz del Corredor Costero y mi rol como Secretario de Cultura en esa obra.
Se dijeron muchas cosas, se compartieron por redes sociales muchas cosas. Vi como algunos buenos conocidos, algunos a quienes les tengo gran afecto, compartían informaciones falaces, cargadas de intencionalidad, acerca de qué fue lo que se hizo en materia de protección arqueológica en la zona del Canal Beagle. No los culpo, la gente ya no lee más que un título sensacionalista…
En la inmediatez de las cosas, en estos tiempos donde todo empieza y se agota en un posteo de Facebook, ya no sé cuanto vale volver a traer el tema. Pero soy un creyente de la defensa del honor. Creo ser una persona que no merece que se le adjudiquen cosas que no hizo. Defiendo mi historia, defiendo mi lugar de pertenencia, defiendo mi apellido, defiendo a mi familia.
Se dijo que bajo mi firma, se autorizó el inicio de obra en sectores de la costa, bajo un estudio de impacto que se sabía era deficiente, con la supuesta pretensión de pasar por encima y romper todo. En castellano…que sabíamos que había miles de yacimientos, hicimos un estudio pedorro que arrojó un número mucho más bajo, y así rescatar menos y romper más. Se dijo también que hubo otros trabajos, también contratados por nosotros, que daban cuenta del verdadero nivel de yacimientos que existían, pero que los ocultamos a fin de delinquir.
Bueno, todo eso es falso. Tan falso que la justicia desestimó la denuncia. Y en un fallo contundente y que no fue apelado (al menos no que yo me haya enterado), lo que en idioma judicial no es más que una CONVALIDACIÓN DE LA SENTENCIA por parte del señor Fiscal, el Juez sostuvo no solo que no hubo ninguna clase de delito, sino que la denuncia fue absolutamente infundada.
TRES (ni uno, ni dos, TRES) equipos arqueológicos trabajaron a lo largo de los 132 kilómetros de traza proyectada en distintos momentos entre diciembre 2018 y noviembre/diciembre 2019. Gracias a esos trabajos, que contrató el Estado Provincial justamente para salvaguardar el patrimonio, se registraron cientos de sitios más de los que se tenía conocimiento en 30 años de proyectos arqueológicos en la zona del Beagle, se delimitaron sectores, se modificó la traza en algunos lugares, se bloqueó el avance en otros y se rescató en muchos otros también. TODO lo rescatado se encuentra en el Museo del Fin del Mundo, tal y como expresa que se debe hacer la Ley Provincial N° 370.
Todo esto que cuento en breves líneas está presente en el fallo del Juez, que puede leerse en el único medio que hizo periodismo con el tema y que les comparto link.
TODA la información que era elaborada por los profesionales era remitida en informes oficiales al Ministerio de Obras Públicas, a la empresa contratista y a la inspección de obra. TODA la información fue remitida también a la Fiscalía de Estado, en la medida que era solicitada por esta.
NUNCA EN NINGÚN MOMENTO se avaló, se permitió, se consintió o nada que se le parezca, que la empresa avanzara sobre yacimientos arqueológicos de manera intencional, premeditada o algo que se le parezca, con el afán de destruir y acelerar los plazos.
Considero justo, aceptable, democrático, que sobre una obra de esas características, así como sobre cualquier otra cuestión de índole público, existan debates, divergencias y diferentes puntos de vista. Lo que no acepto bajo ningún punto de vista, es que ante la diferencia de opinión se hagan denuncias penales y se diga cualquier cosa. No acepto que se ponga en juego la integridad de una persona, solo por el hecho de que a alguien no le guste o no esté de acuerdo con una decisión política, que tuvo por cierto el cumplimiento de todos los pasos que prevé la Ley. Tenemos que aprender, me parece a mi, a dirimir las diferencias de otra manera. Esa cultura de la denuncia penal permanente ya sabemos a donde nos ha llevado. Y ojo que no me siento un perseguido ni mucho menos. Digo simplemente que hay sectores que resuelven todo a pura denuncia, prendiendo el ventilador de caca. Flaco favor a la Democracia hacen.
Se ha dicho que yo estuve involucrado en una maniobra tendiente a ocultar el hallazgo de restos humanos. ¿Cómo se acepta tan livianamente una afirmación semejante? ¿Con qué pruebas se dice algo de ese tenor? No es una boludez decir algo así en este país con la historia que tenemos.
Entonces, repito, el desacuerdo no puede ser motivo para decir cualquier barbaridad.
A lo largo de los 132 kilómetros y con un trabajo de ancho de 50 metros de calzada, como dije trabajaron tres equipos distintos. Fue gracias a ese trabajo que se dio con el hallazgo de un resto humano (uno solo en toda esa extensión) y que fue encontrado en el marco de los trabajos de preservación y rescate, no lo impactó una máquina mientras abría camino (las máquinas nunca habían trabajado ahí!!). Ese cuerpo fue rescatado tal y como establecen los protocolos en la materia y bajo la metodología prevista por el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), que es la Autoridad de Aplicación del patrimonio arqueológico en nuestro país. Se hizo lo que se debía hacer, pero se dijo que hicimos desaparecer cuerpos. Caradura.
No pretendo iniciar con esto ningún debate público, ni nada por el estilo. Pero creo que bien vale que uno se pueda defender, máxime cuando los adalides de la libertad de expresión solo se encargaron de entrevistar a la denunciante y a sus mediáticos abogados, nunca a los denunciados…pero bueno…así estamos en esa materia también no?
Y lo jodido, lo que más lamento de esta situación, es que en este país cuando te denuncian sos culpable, cuando te imputan sos culpable y cuando desestiman la denuncia porque se tomaron todos los resguardos para preservar el ambiente y los restos arqueológicos…SEGUÍS SIENDO CULPABLE! Sos culpable para siempre hijo de mil!
El denunciante siempre gana (horas de micrófono sobre todo, algún cargo para el marido en el nuevo Gobierno también) y los denunciados marcados for ever…Maravilloso.
Así que, esto es para los afectos. Para nadie más. Esos que son poquitos, pero que son de hierro. Gracias por estar. Sobre todo Nati, Santi y Romi, que son mi familia.