Se trata de una instalación del que presenta falencias e inconvenientes técnicos de origen, lo cual privó a 33 familias a contar con agua corriente en sus hogares.
Desde el área de Obras Sanitarias del Municipio de Río Grande se trabajó en una red de agua realizada hace aproximadamente 6 años atrás y esta Gestión busca dotarla de agua corriente. Se trata de 33 familias del barrio Esperanza, de las calles las calles Holpin, Jauke o calle sin nombre y Nuestra Señora de Itatí, quienes obtenían el agua potable del servicio aguatero.
“Se realizó un empalme para colocar en la red de agua como forma de solución, pero comenzaron a presentarse pérdidas, las cuales no se habían manifestado anteriormente por estar en un terreno arenoso, el agua se filtraba y no salía a la superficie”, sostuvo Alberto Ibarra, Director General de Obras Sanitarias.
Ante la situación, Obras Sanitarias informó que la red presenta muchas falencias e inconvenientes técnicos como falta de válvulas y algunas conexiones domiciliarias. Motivo por el que conllevó demoras e inconvenientes en el trabajo y vecinos de las calles Holpin, Jauke o calle sin nombre y Nuestra Señora de Itatí, quienes no tuvieron agua por largas horas.
Desde el Municipio buscamos que las y los riograndenses tengan la red de agua corriente en buenas condiciones para mejorar su calidad de vida, por ello se presentó una solución que llevará varios días por el estado de deficiencia en que se encuentra la red.
