De manera autoconvocada, un grupo de argentinos y chilenos a bordo de sus kayaks, se unieron ayer en el medio del Canal Beagle para manifestar el apoyo a la sanción del proyecto de ley argentino que pretende prohibir la salmonicultura en la provincia y para reclamar el fin de la industria salmonera en los canales, fiordos y ecosistemas frágiles de Chile.
Las salmoneras amenazan la biodiversidad, la salud de sus habitantes y el desarrollo económico. La provincia fueguina es el único lugar del país que tiene en la mira la industria salmonera para su instalación. Si la ley se aprobara, Tierra del fuego se convertiría en el primer lugar del mundo en prohibir la industria antes de que se instale. En pocas palabras, sería un ejemplo del cuidado de un modelo económico y productivo sostenible, que respeta tradiciones culturales y prácticas artesanales que generan puestos de trabajo genuinos e ingresos por turismo y por la comercialización de productos locales.
La campaña se llevó a cabo de manera autoconvocada por ciudadanos de Ushuaia y Río Grande, en la Argentina, y de Puerto Williams, en Chile, miembros de la comunidad náutica, representantes de diferentes clubes (Club Náutico AFASyN, el Club Náutico de Río Grande, el Club Shima Waia, el Club de Pesca con Mosca y el Club Río Grande), la comunidad Yagán de Puerto Williams, el programa marino de Rewilding Argentina Sin Azul No Hay Verde y Greenpeace, entre otros. Además, la iniciativa tiene el apoyo de la marca de ropa outdoor Patagonia, reconocida por su activismo ambiental. Desde el lado argentino, los autoconvocados partieron en kayaks desde Estancia Harberton, y desde el lado chileno partieron desde Puerto Williams para encontrarse en el límite que divide el canal y desplegar una bandera en contra de la salmonicultura.
Recordemos que en mayo de 2019, los legisladores Mónica Urquiza (hoy vicegobernadora de Tierra del Fuego) y Pablo Villegas presentaron un proyecto de ley provincial para prohibir la salmonicultura en Tierra del Fuego. El proyecto fue reingresado a la Legislatura este año por Pablo Villegas. Por su parte, los ciudadanos de Puerto Williams, en Chile, lograron sacar por primera vez jaulas que ya estaban instaladas y listas para la producción. También consiguieron que se le diera caducidad a las concesiones acuícolas otorgadas hasta ese momento.
David Alday, vocero de la comunidad Yagán de Puerto Williams, afirmó: “No podemos dañar este acuario natural que compartimos ambos extremos. Es por ello que en este encuentro binacional, reforzamos nuestro compromiso con el mar y el medio ambiente y decimos, desde este canal milenario navegado durante miles de años por nuestro pueblo canoero yagan: NO a la salmonicultura”. Por su parte, Mariano Torre, actor y activista ambiental fueguino, expresó: “Es un producto premium al que pueden acceder muy pocos argentinos a costa de la salud y bienestar de toda una provincia. El turismo en Tierra del Fuego genera más de 16.500 puestos de trabajo. La salmonicultura generaría 120 compitiendo directamente con el turismo ya que ambas industrias necesitan del canal para desarrollarse”.
Las comunidades de Puerto Williams y Tierra del Fuego lograron ir frenando la expansión de la industria en el Canal Beagle, pero Tierra del Fuego necesita que se apruebe la ley para prohibirla definitivamente y Puerto Williams, a su vez, que se avance con el Espacio Costero Marino para Pueblos Originario (ECMPO) de la comunidad Yagan: la única forma efectiva y concreta de proteger la zona.
El último desastre
El reciente desastre ambiental de mortandad masiva de más de 5 mil toneladas de salmones ocurrido en el Fiordo Comau y los canales Jacaf y Puyuhuapi, en las regiones de Los Lagos y Aysén en Chile, volvió a poner en evidencia los impactos de las salmoneras en los frágiles ecosistemas de la Patagonia. El resultado fue que más de 50 organizaciones presentaron una carta al gobierno chileno exigiendo que no se amplíen las concesiones, que no se instalen nuevas jaulas y que la industria se retire de los ecosistemas en riesgo y áreas protegidas.